Cumbres borrascosas representa en sí la intensidad del sentimiento en sus personajes. Las energías primitivas de amor y odio que impregnan la novela fueron juzgadas como salvajes y burdas por los críticos del siglo XIX, pues la consideraron cruda, por su carácter realista con el que se exhibían sentimientos como la venganza, el odio, el amor y la violencia física. Cumbres borrascosas es la obra maestra trascendental de Emily Brontë, una historia de amor apasionado en la que los principios irreconciliables de la fuerza y la calma terminan por armonizarse. En esta obra se encuentra contenida la expresión más genuina y profunda del alma romántica inglesa. Emily Brontë fue una mística, como lo demuestra su poesía, dramatizando su percepción intuitiva de la naturaleza de la vida.